El modelo de la dirección y control, que ha sido aquel mediante el cual se han gestionado las empresas en los últimos años, con su modelo de jefe verticalista, está siendo reemplazado por el modelo de la colaboración, en el que la mirada del otro aporta valor. El otro observador, cercano y colaborativo. Un nuevo modelo, no solamente de jefe, sino de relación con los otros, colaboradores, pares, clientes.
Los líderes de hoy no pueden ser como los de antes: deben gestionar la comunicación y el feedback efectivo dentro de sus equipos, manejando el flujo de información hacia, desde y entre sus colaboradores, en un proceso conversacional continuo con foco en el desempeño y en el desarrollo.